¿Problemas digestivos? Prepara y tómate un té de manzanilla con menta

Los mexicanos no nos cansamos nunca de presumir nuestra gastronomía, platillos típicos, antojitos, botanas y un largo etcétera, pero lo cierto es que así como disfrutamos tanto de la comida, también solemos padecer algunos malestares estomacales en nuestro día a día y sobre todo cuando comemos muchas cosas picantes, grasosas o muy condimentados, porque no hay estómago que soporte todo al mismo tiempo. 

Pero así como hay malestares, también hay soluciones y no todas se consiguen en la farmacia. Muchas de ellas son remedios que podemos preparar fácilmente en la comodidad de tu casa y cocina. Pero para eso, sólo tienes que conocer los ingredientes que podrían ayudarte con síntomas muy específicos. Muchos de ellos tienen gran tradición, como la manzanilla, que era recetada por tu abuelita cuando eras chiquito y te dolía la pancita, ¿Te acuerdas?

Bueno, pues no era ninguna coincidencia, amor o buena voluntad. Se trataba nada más y nada menos que de las propiedades antiespasmódicas, antiinflamatorias y calmantes que tiene esta flor que crece desde hace años en Europa, América del Norte y Argentina.  Aunque también se suele utilizar en gran cantidad de productos de belleza, como los del cuidado del cabello y piel, en realidad es uno de los tés más famosos. 

Ventajas de la menta y la manzanilla

Su fama no es espontánea, sino gracias a que durante años ha aliviado malestares como la indigestión y demás problemas digestivos por las propiedades que ya mencionamos. Se usaba en antaño y aún se sigue usando como una de las hierbas más poderosas de la medicina tradicional. Sin embargo hoy día la podemos encontrar también en bolsitas de manzanilla en polvo y comercializada por diferentes marcas.

Pero además de la manzanilla, también existe otra planta que es ligeramente menos común encontrar en el mercado y se trata de la menta. Esta planta llena de mística y que de acuerdo con algunos mitos griegos brotó después de la muerte de la única amante de Hades, Mentis, cuyo aroma es difícil de olvidar. Pero más allá de la leyenda y el mito, lo cierto es que la menta llegó para quedarse y hoy protagoniza gran cantidad de cocteles e infusiones. 

El té de manzanilla con menta es un claro ejemplo, pues no sólo es sumamente relajante, para todo hiperactivo que lo beba, sino también, contribuye a eliminar la ansiedad por comer y mejora los procesos digestivos, porque la menta también tiene propiedades carmitativas y antiinflamatorias que lleva la digestión a buen puerto, por eso, hoy decidimos compartir contigo esta fenomenal receta que podrás disfrutar caliente o fría, así que ¡Manos a la obra!

Ingredientes

• 1 litro de agua
• 1 taza de  de menta fresca ( son 30 gramos)
• 2 bolsitas de té de manzanilla
• Miel de abejas o stevia para endulzar
• Hielo (Opcional)

¿Cómo se prepara?

1. Hierve el agua en un recipiente con la hojas de menta y machácalas con la cuchara para que la menta suelte sus aceites esenciales.
2. Hierve por 5 minutos a fuego medio, bajo.
3. Agrega las bolsitas  o ramitos de té de manzanilla y apaga.
4. Tapa y deja reposar por 5 minutos
5. Si deseas tomarlo caliente puedes servirlo de inmediato.
6. Si en cambio lo prefieres frío déjalo refrescar totalmente y agrega cubos de hielo.
7. Endulza con miel de abejas o stevia.