Conoce todo sobre el té blanco, cómo prepararlo y beneficios

El té blanco es uno de los cuatro tés derivados de la Camelia Sinensis (árbol del que se obtienen los únicos tés en el mundo, los demás son infusiones), junto con el verde, el oolong o azul y el negro. La única diferencia que hay entre cada uno el el proceso que lleva la planta y su grado de oxidación, lo cual altera las propiedades y beneficios de cada uno.

Este té originario de China se caracteriza por el procedimiento que lleva y que le da un tono mucho más claro que a los demás. Para obtenerlo se realiza una cosecha previa a la fecha para el té verde, y se colectan a mano los brotes de yemas y hojas jóvenes de la planta que luego se dejan secar al sol y llevan un proceso de oxidación menor, por lo que preserva mayor cantidad de antioxidantes.

Conseguir este té no es tan fácil como comprar el té verde, ya que su costo puede oscilar entre los 400 a los 800 pesos mexicanos por cada 100 gramos, una cantidad que alcanza para alrededor de 40 tazas, por ello es un té menos consumido y del que se han hecho menos estudios por la misma razón, pero se sabe que tiene grandes propiedades nutricionales y beneficios para la salud.

Beneficios del té blanco

Aunque se ha estudiado poco al té blanco, es una bebida también conocida como el "té de la belleza", debido a que es un importante aliado depurador, desintoxicante y con grandes cantidades de antioxidantes que previenen la aparición de arrugas y el envejecimiento prematuro.

El té blanco también tiene grandes concentraciones de catequinas, un grupo de polifenoles antioxidantes que pueden ayudar a disminuir las placas arteroesclerósicas, lo que previene los accidentes cardiovasculares y la insuficiencia cardiaca, debido a que reduce la cantidad de colesterol malo (LDL), la presión sanguínea y mejora la función de las venas y arterias.

Por estos antioxidantes también es ideal para prevenir y tratar la diabetes, en tanto sus propiedades antivirales y antibacterianas son ideales para fortalecer el sistema inmunológico y evitar el daño provocado por ciertas bacterias patógenas.

Gracias a su concentración natural de floruro también es una bebida benéfica para proteger los dientes y eliminar las bacterias que causan la caries. Algunos estudios apuntan que este té también podría ayudar a reducir o ralentizar el crecimiento de virus y bacterias como el estafilococo y el estreptococo, la neumonía, el crecimiento de hongos e incluso algunos tipos de cáncer.

¿Cómo se prepara el té blanco

Coloca una taza de agua en un pocillo y deja hasta que alcance los 80 grados Centígrados. Si no tienes termómetro, espera a que suelte un hervor, apaga y deja 8 minutos a que se enfríe. Agrega el sobrecito de té blanco, sigue las instrucciones que tiene en la etiqueta o deja que repose 2 minutos exactos y retira. Está listo para tomarse.

Aunque parecen cuidados exagerados para su preparación, es fundamental mantenerlos al punto para extraer todas las propiedades nutricionales del té blanco, además de que tenga el sabor idóneo.