¿Te sobró vino? Este es el tiempo máximo en el que deberías consumirlo

Para brindar en ocasiones especiales, durante una cena con amigos o simplemente por el gusto de disfrutar su sabor, una buena copa de vino siempre es bienvenida sin importar la época del año en la que nos encontremos y aunque por lo general esta suele terminarse, hay ocasiones en las que no podemos consumir por completo su contenido por lo que tenemos que pensar en guardarla para después. 

Llevar la botella el refrigerador es uno de los primeros pensamientos que no llega a la mente, aunque de forma general es un a buena forma de conservar el vino en buen estado, en ocasiones no se hace de la forma correcta o mucho peor se deja olvidada por varios días. Entonces, ¿sabes cuánto tiempo dura una botella de vino abierta?, ¿es seguro consumirla después de varias semanas?, ¿cómo evito que se eche a perder?, son algunas de las dudas que podemos tener, pero que poco a poco iremos despejando. 

¿Cuánto tiempo dura una botella de vino abierta?

Una vez que has abierto una botella de tu vino favorito y te das cuenta que no vas a terminarla, tenemos que decirte que por regla general un vino después de descorchado debe ser consumido en un máximo de 3 días, aunque claro con sus respectivas excepciones. Cuando de abre un vino en los primeros minutos comienza un proceso de oxidación el cual hace que el vino "despierte", de ahí que en muchas ocasiones se tome la copa y se haga girar para que el vino libere de mejor forma todos sus aromas. 

Cuando del vino entra en contacto con el oxígeno en pequeñas cantidades hace que este mejore sus aromas y sabores, pero después de una alta exposición esos mismos comienzan a desaparecer, lo que hace que un vino recién abierto no sepa de la misma forma que uno que lleva varios días dentro del refrigerador. 

Tres días es el tiempo máximo en el que se puede consumir un vino, pero como bien lo mencionados depende de varios factores e incluso del tipo de vino que vayas a beber, así que toma nota. 

Espumosos

Los vinos espumosos como el champagne y el prosecco tienen su atractivo en las burbujas por lo que una vez abierto comienza una especie de cuenta regresiva en las que su carbonatación comenzará a desaparecer. En este caso su consumo no puede ir más allá de 24 horas, ya que después de eso habrá perdido sus burbujas. En las tiendas especializadas puedes conseguir tapones especiales para este tipo de vinos, retardando su oxidación y permitiendo conservar sus burbujas, pero solo te ayudará a prolonga su vida un par de horas. 

Tintos

Los vinos tintos vienen en una botella oscura que los protegen de los rayos del sol y así debes cuidarlos para que se mantengan en buen estado por hasta seis días después de abiertos. Recuerda que en el caso de los vinos tintos, estos deben volver a cerrarse con su corcho y dejarlos dentro del refrigerador de forma vertical, esto ayudará a mantener sus propiedades y evitar el movimiento constante. 

Dulces y rosados

Este tipo de vinos pueden tener mucha mayor resistencia al paso del tiempo, aunque su sabor podría variar ligeramente si se almacena de un día para otro, pero nada de mucha relevancia. Este tipo de vinos puede conservarse en buena forma hasta por 7 días después de abiertos, siempre y cuando se cierren con un corcho o con una tapa de vacío. Incluso un vino blanco puede llegar a durar hasta dos semanas en el refrigerador siempre y cuando esté bien tapado.