Receta para preparar una crema de café y disfrutar con tus seres queridos

Cuenta la leyenda que el descubrimiento del café se dio alrededor del 850 d.C., cuando un pastor notó que sus cabras se ponían bastante activas después de comer unas bayas de color rojizo brillante, por lo que decidió investigar qué era lo que consumían. Así, el pastor intentó comer las bayas y notó que durante la noche no logró conciliar el sueño, así que contó en el pueblo lo que había descubierto. 

Tras su relato, un predicador se interesó por estas bayas y probó dárselas a sus discípulos en una infusión a fin de que se mantuvieran despiertos durante la oración nocturna. Fue así que poco a poco, las bayas comenzaron a cobrar popularidad entre la población, por lo que su forma de preparación y hasta el tostado se fue mejorando para lograr formar el café como lo conocemos ahora. 

A la fecha, el café es una de las bebidas más consumidas a nivel mundial es especial por sus propiedades benéficas para el organismo, ya que más allá de mantenernos alerta, esta bebida ayuda a mejorar el aprovechamiento de la insulina, no contiene grasas, pero si cuenta con minerales como el potasio, magnesio y cromo. Sin embargo, sus efectos también pueden ser negativos si se consumo en altas cantidades, es decir, más de 6 tazas al día. 

El café es la base de muchas preparaciones, por lo que no es necesario que solo se consuma en su forma tradicional como una bebida, ya que también se pueden elaborar postres y hasta la famoso crema de café. Esta preparación es perfecta para acompañar como una salsa para un helado, o bien para rellenar panes y hasta para mezclar con un poco de yogur o en un licuado. 

Crema de café

Ingredientes: 

• 1/2 litro de leche
• 2 yemas de huevo
• 1 limón (solo la piel)
• 2 cucharadas de fécula de maíz
• 4 cucharadas de harina
• 1 taza de café concentrado 
• 1 cucharada de mantequilla
• 9 cucharadas de azúcar

Preparación: 

1.- En un pocillo coloca la leche junto con la cáscara de limón. Lleva a fuego lento hasta que se caliente, sin que llegue a hervir. Cuela y reserva. 

2.- En otro recipiente, mezcla las yemas de huevo junto con la fécula de maíz y harina. Con ayuda de un batidor globo, bate hasta tener una mezcla homogénea. Sin dejar de batir añade el azúcar poco a poco y sigue batiendo hasta que se incorpore. 

3.- Lleva esta última preparación  a fuego lento y sin dejar de batir añade poco a poco la leche que calentaste sin dejar de batir. Sigue comiendo hasta que la mezcla comience a espesar. Una vez que la preparación haya espesado, retira del fuego. 

4.- Al último vierte el café junto con la mantequilla y revuelve un poco para que se incorporen todos los ingredientes y quede una mezcla mucho más líquida, como una crema. Deja enfriar a temperatura ambiente. Disfruta.