Saludable

Agua mineral, gasificada y mineralizada: Beneficios y riesgos de consumirla

Cada persona tiene un metabolismo y necesidades diferentes, por lo que las contradicciones y bondades de este líquido no son las mismas para todos
viernes, 4 de septiembre de 2020 · 14:20

El agua mineral se ha vuelto una de las bebidas más populares gracias a su dualidad . Por una parte, al hidratarse con ella se contribuye a satisfacer las necesidades diarias de minerales que el organismo requiere, ya que representan una gran fuente de minerales esenciales y oligoelementos; mientras que al mismo tiempo nos brindan una sensación similar a la que los refrescos nos provocan en la boca.  

Además, según algunos expertos de la Organización Mundial de la Salud su ingesta puede mejorar el transporte de nutrientes, como las vitaminas y minerales por el cuerpo.

Es por todo esto que su consumo ha ido en un notable incremento en los últimos años, sin embargo, muchos desconocen que estos mismos expertos recomiendan una dosis exacta (600 ml) y precauciones específicas para aprovechar sus bondades o evitar complicaciones por su ingesta, ¡además de que existen diferentes tipos de ella!

Conoce más al respecto.

¿Natural, glasificada o mineralizada?

De acuerdo con un artículo de la edición de septiembre de la Revista del Consumidor, el agua mineral natural se extrae del subsuelo. Está mineralizada naturalmente ya que proviene de un manantial mineral y es rica en varios nutrientes que incluyen (pero no se limitan a) magnesio, calcio, potasio y hierro. Es importante mencionar que naturalmente tiene gas carbónico pero lo pierde al ser extraída y llevada a la fábrica.

El agua mineral natural glasificada es aquella a la que se le añade gas carbónico de procedencia casi siempre volcánica y más concretamente ligado a fenómenos de volcanismo residual. Esto le da un sabor ligeramente ácido y una particular estimulación de las papilas gustativas. El agua mineral natural gasificada, o carbonatada, también tendrá una composición química característica del lugar de donde fue extraída. El plus es que a ésta se le añade el ácido carbónico que perdió en el proceso de extracción.

Mientras que el agua mineralizada es a la que le añaden minerales para enriquecer sus propiedades. Al momento de procesarla se le extraen los minerales obteniendo agua destilada. Luego, a través del proceso de mineralización, se le añaden elementos como calcio o magnesio para que pueda ser considerada como “agua mineral”. Cada fábrica envasadora decide qué minerales quiere añadir.

Beneficios y precauciones

Para tu dentadura

A pesar de que el calcio y floruro que contiene es bueno para la formación y esmalte de los dientes, a la par puede ser perjudicial para  la salud por estos dos elementos, pues facilitan la formación de cálculos renales y a la par, el esmalte de los dientes se disuelve a un pH inferior a 5.2 por lo tanto, el agua carbonatada tiene un efecto perjudicial para la dentadura de las personas con el consumo en exceso de este líquido.

Pérdida de peso 

Por un lado, es cierto que el gas provoca un efecto saciante en nuestro organismo, lo cual resulta ideal para controlar el hambre. Además, esta bebida no aporta calorías y es conocida por facilitar las digestiones pesadas, gracias al ácido carbónico que contiene y que ayuda a estimular la secreción de jugos gástricos. 

Es importante destacar que ésta no es una “bebida mágica” y que aunque puede colaborar a que consigas tus objetivos de peso, siempre será importante consultar a un experto en nutrición antes para saber cómo integrar el agua mineral correctamente a tu dieta.

Una piel hidratada 

Sí, este producto contribuye a una mejor hidratación, gracias a la gran cantidad de minerales esenciales y oligoelementos que contiene. A la par, gracias al silicio que contiene, ayuda a que la elastina y las fibras de colágeno se fortalezcan y, por consecuencia, que la aparición de arrugas se retrase.

A pesar de ello, teniendo en cuenta que cada persona tiene un metabolismo y necesidades diferentes, por lo que las contradicciones y bondades de este líquido no son las mismas para todos, por lo que agua con gas se debe tomar con moderación y definitivamente no puede ser un sustituto del agua natural.

Hipertensión y diabetes

Viendo la otra cara de la moneda, aunque el agua mineral ayuda a reducir los niveles de colesterol malo (LDL) y aumenta los buenos (HDL), también puede ser factor de riesgo para personas con problemas de hipertensión, diabetes, niños o personas que tengan problemas de riñón.

Dependiendo de los niveles de sodio, las personas con hipertensión pueden tener problemas con el agua mineral. Esto no significa que esta población tenga prohibido de manera definitiva su consumo, pero si debe ser bajo la supervisión médica para evitar problemas a largo plazo.