¿Cuáles son los beneficios del té negro? Descubre todas sus propiedades

Hay una gran variedad de tés o infusiones deliciosas y muy benéficas para la salud, pero no nos habíamos dado tiempo para hablar antes sobre el té negro que bien puede ser confundido con el té rojo, aunque cada uno es distinto. El té negro procede de la planta Camellia sinensis, de donde también derivan el verde y el rojo, aunque el negro lleva un proceso de oxidación de las hojas y los tallos envejecidos de la planta al 100%, de ahí el color de la hoja seca.

Al igual que otros tés, el negro tiene su origen en China, aunque luego fue adoptado por los ingleses que adoptaron a la bebida como una parte fundamental de su cultura, hasta el punto de instaurar una "hora del té". Esta costumbre inglesa se introdujo más tarde en Sri Lanka y en la India donde actualmente se produce una gran variedad de té negro, entre las que destaca el famoso té Darjeeling, considerado por los expertos la mejor variedad de este té en el mundo.

Beneficios de té negro

El té negro es muy conocido por ser una bebida estimulante y proveedora de energía, pues como te lo habíamos comentado antes, es el té con mayor aporte de cafeína, tan sólo después de la infusión de mate. Este efecto estimula principalmente la actividad mental, produciendo un estado de alerta y actividad intelectual gracias al proceso de oxidación que sufren sus hojas y que le brindan este componente.

Otro de los grandes beneficios de esta infusión radica en su contenido de flavonoides, mismos que actúan como poderosos antioxidantes que evitan el envejecimiento celular, además de que combaten a los radicales libres en el organismo, causantes de diversas enfermedades, entre ellas de la aparición de células cancerígenas en el organismo, pero también protege la salud del sistema cardiovascular, al tiempo que reduce el nivel de la azúcar en la sangre.

Esto último se debe a que el té negro está asociado a la reducción del colesterol en la sangre, además de tener un efecto en las paredes de las arterias disminuyendo el riesgo del engrosamiento y endurecimiento de las mismas, evitando la arterioesclerosis, lo que a su vez tiene efectos directos y positivos en el organismo al disminuir el riesgo de sufrir un infarto cardiaco o cualquier otra afección del corazón.

De acuerdo con una reciente publicación de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA, por sus siglas en inglés), el té negro también está asociado a la pérdida de peso, gracias a que en un estudio con ratones, los científicos demostraron que esta bebida altera el metabolismo energético en el hígado al cambiar los metabolitos intestinales, por lo que mientras las bacterias asociadas a la obesidad disminuyeron, las asociadas a la masa corporal magra aumentaron.

En este sentido, sus propiedades para mejorar la salud de la flora intestinal se han utilizado en la medicina tradicional para tratar problemas de diarrea o gastritis, además de que actúa como un astringente natural que ayudará a combatir los problemas intestinales, de igual forma actúa como un diurético natural, pero sacia la sed y el hambre, por lo que es una bebida recomendable en las dietas para adelgazar.

Esta bebida debe beberse con moderación, pues como todo en exceso, puede causar efectos contraproducentes a la salud, además de que no es recomendable para mujeres embarazadas ni que estén lactando; por otra parte, es importante señalar que cada variedad de té negro suelta sus sustancias en el agua en diferentes periodos según sus características, por ejemplo, el Darjeeling requiere de estar en el agua por un periodo de 3 a 4 minutos, aunque hay otros que con 3 minutos es suficiente, además de que es un té de sabor fuerte y pasando demasiado el tiempo puede tener un sabor muy amargo.

Té negro

Ingredientes:

4 tazas de agua

4 cucharadas de té negro

Coloca el agua en un pocillo y deja que alcance la temperatura de 100º Centígrados, es decir, que llegue a su punto de ebullición, pues las sustancias de este té se sueltan hasta llegar a los 90ºC. Coloca el té negro en un infusor de té y ponlo en la tetera, luego añade el agua en su punto de ebullición y permite que se infusione por unos minutos, o si lo prefieres coloca una cucharada del té en el infusor directamente en la taza con el agua caliente e igual permite que se concentre por al menos dos a tres minutos. Disfruta caliente, puedes agregar miel o algún endulzante.