Poco a poco se acerca la temporada de mandarinas, esa deliciosa fruta que es uno de los símbolos favoritos para muchos del otoño. GastroLab quiere prepararte para su llegada y hacerte saber que la piel de mandarina que usualmente es considerada desecho, en realidad puede ser el ingrediente estrella de una infusión con muchísimas propiedades nutricionales y medicinales.

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Las mandarinas no solo son uno de los cítricos más populares en el país, sino que en ellas se concentran fibras solubles y antibacterianas. Estas frutas, que usualmente contienen de 10 a 13 gajos, son una rica fuente en vitaminas A, B, C, antioxidantes, folato y minerales como potasio, calcio, fósforo y magnesio.

Si esto te parece impresionante deberías saber que incluso el tallo, hojas y piel de esta fruta también son importantes proveedores de muchas bondades.

Desintoxicante natural y pérdida de peso

Según el sitio de información Citrus, la mayoría de los cítricos son alimentos altamente alcalinos, algo que resulta sumamente provechoso para eliminar poco a poco las toxinas que el cuerpo no necesita. Sumado a esto, la fibra presente en la fruta ayuda en la pérdida de peso, pues mejora la saciedad de nuestro cuerpo y equilibra los niveles de azúcar en la sangre.

Sus vitaminas también reducen la producción de cortisol, la hormona del estrés, que puede influir en el almacenamiento de grasas. Y, finalmente, por ser un alimento con bajo contenido en grasas y calorías y altos niveles vitamínicos, la mandarina se convierte en un aliada perfecta para dietas balanceadas y de pérdida de peso.

Para prevenir afecciones de las vías respiratorias

No es un secreto que la vitamina C es ideal para mantener en forma a nuestro sistema inmune, y que por este motivo es la vitamina más encontrada en remedios para prevenir y combatir las gripes. Obtén ventaja y aprovecha las propiedades cítricas de la piel de mandarina al tomar una infusión caliente de este ingrediente.

Previene el cáncer

Este fruto también puede ser clave para prevenir una de las enfermedades más temidas en todo el mundo. Los antioxidantes son uno de los elementos indispensables para cuidar de la salud y prevenir afecciones como el cáncer pero, ¿sabías que la cáscara puede contener 20 veces más antioxidantes que la pulpa de esta fruta?

Combate el colesterol y la diabetes

Un estudio realizado por la Universidad de Westen Ontario indica que un bioflavonoide llamado Nobiletin y propio de esta fruta es una potente sustancia que ayuda a nuestro organismo a combatir la diabetes tipo 2, ya que regula el nivel de insulina en sangre.

A la par, también ayuda en la prevención del exceso de grasa en nuestro cuerpo, principalmente en el hígado. Esto alienta al organismo a quemar grasa y no almacenarla, ayudando a  bajar el colesterol malo. De hecho, un artículo publicado por la American Chemical Society, sustenta esto, explicando que las cáscaras de mandarina podrían tener mejores resultados en comparación con algunos medicamentos que están especializados en regular el colesterol en la sangre.

Buena para la digestión y sistema renal

Esta fruta se compone en un 90% de agua, lo cual resulta ideal para hidratar el cuerpo. Gracias a que también es rica en sales minerales, vitaminas, antioxidantes y fibras; la cáscara de la mandarina es un auténtico diurético y un cómplice para mantener una buena digestión.

¡Prepara tu propia infusión con piel de mandarina!

Ingredientes:

Cáscaras de mandarina (procura que ya estén secas)

Una cucharada de miel

1/2 litro de agua

Preparación:

1. Hierve el agua en un recipiente y añade las cáscaras de mandarina, luego apaga el fuego y tapa la infusión durante 10 minutos para que logre concentrarse.
2. Con un colador retira los residuos de las cáscaras de mandarina y sirve.
3. Endulza con miel al gusto.