¿Cómo identificar un mezcal joven de uno reposado? Aquí te explicamos

La palabra Mezcal viene del náhuatl mexcalli, que se deriva de metl, maguey e ixcalli, cocido, por lo que significa "maguey cocido" y es una bebida alcohólica milenaria de México. Científicos de la UNAM realizaron diversas investigaciones y en 1998 llevaron a cabo el proyecto "La ruta del mezcal" en el que recorrieron comunidades indígenas para identificar dónde se producía el mezcal de manera artesanal.

De acuerdo con el Consejo Regulador del Mezcal, la denominación de origen de esta bebida solo pertenece a los estados de: Durango, Zacatecas, Michoacán, Puebla, Guerrero, Tamaulipas, San Luis Potosí, Guanajuato y Oaxaca. Sin embargo, éste último es el que más se ha popularizado como uno de los principales impulsores del mezcal debido a que existe toda una cultura alrededor de esta bebida.

Entre las múltiples clasificaciones que existen del mezcal, además del maguey que se usa para producirlo, existe una que es importante saber y que hace referencia al estado en el que se encuentra, por lo que existe el mezcal joven, reposado y añejo. La diferencia entre estos tres es el tiempo con que el mezcal fue envejecido.

El mezcal se añeja rápidamente, en comparación con otras bebidas alcohólicas, por lo que casi siempre es almacenado en grandes barricas de madera por periodos de entre dos meses y siete años. Durante este tiempo, el mezcal adquiere un color dorado, y su sabor se va marcando por el tipo de madera de las barricas. Entre más tiempo se deja añejar, más oscuro es el color que adquiere y mayor es la diferencia en su sabor.

El mezcal joven tiene un color amarillo claro y se obtiene directamente del proceso de destilación, mientras que el mezcal reposado tiene un color amarillo dorado y es almacenado en barricas de encino blanco o roble por lo menos dos meses. Por último el mezcal añejo tiene un color café ocre y se somete a un proceso de maduración de por lo menos un año.