Descubre los beneficios que dan el café y el té para un hígado saludable

El té y el café son bebidas con buena recepción en diversos países debido a todas las bondades que se les han atribuido y del sabor único que aporta cada una de ellas. Por ejemplo, existen diversos tés que funcionan tanto para mejorar la digestión, como para calmar la ansiedad, recobrar el sueño, combatir un resfriado, entre otros tantos.

Al café también se utiliza para obtener más energía y beneficiar a los músculos, por lo que se recomienda tomar una taza de café antes de realizar un entrenamiento con pesas; sin embargo, los excesos con esta y otras bebidas pueden dar resultados contraproducentes que en vez de ayudarte, perjudican a tu salud.

Hace tres años, una investigación publicada en el Journal of Hepatology, descubrió que  el consumo regular de cafeína (sustancia que se encuentra tanto en el café como en el té) puede ayudar a proteger el hígado, pues se comprobó que la ingesta diaria de más de 3 tazas de café o  té verde, negro y herbal están relacionadas con una menor rigidez hepática. 

El estudio realizado por el Erasmus University Medical Center de Rotterdam a cerca de 2,500 personas entre los 66 años, señaló que de las personas que consumieron más de tres tazas de café al día presentaron menor rigidez hepática (significa menor cicatrización del hígado) que quienes consumieron menor tazas o incluso ninguna, sin importar su estilo de vida o hábitos alimenticios. 

Además, señalaron que el consumo de estas dos bebidas tienen efectos benéficos en la prevención de la cicatrización del hígado, incluso antes de que se haya desarrollado alguna enfermedad hepática.

El hígado es un órgano vital para el cuerpo humano que se encarga de procesar las grasas, además de sintetizar las proteínas, almacenar vitaminas y la glucosa, además de tener una función desintoxicante, entre otras. Cuando enfermamos del hígado estamos expuestos a padecer hepatitis A, B, C, D y E; cirrosis hepática; trombosis de la vena porta hepática, abscesos hepáticos o cáncer de hígado, por mencionar algunas.

Los padecimientos en el hígado pueden ser provocados por malos hábitos, una mala alimentación, por alguna infección y lamentablemente en ciertos casos, por factores hereditarios. No obstante, podemos ayudar a nuestro hígado evitando caer en ciertos hábitos que lo dañan, como beber alcohol o fumar en exceso y no cuidar nuestro consumo de grasas, ya que todo esto puede afectarlo.