¿Qué hace el jugo de arándano? Descubre todo lo que puede aportarte

El arándano es una baya de consumo muy popular en el mundo, que al nacer en un arbusto se ve blanca y presenta un sabor ácido, aunque al madurar, se vuelve roja y dulce. Ha formado parte de la dieta de pueblos árticos por miles de años donde eran y siguen siendo recolectadas en arbustos silvestres, mientras que al este de Norteamérica los indígenas americanos los utilizaban como alimento fundamental para su supervivencia.

Conocido como una "super fruta" por ser un alimento alto en vitaminas y antioxidantes, el arándano se ocupa en la gastronomía para postres, pero también en jugo, presentación que ha sido reconocida como una poderosa bebida contra el cáncer, ya que combate el riesgo de proliferación de células malignas cuando son pocas y lo hace sin dañar las células buenas, gracias a su contenido de ácido gálico y resveratrol, dos compuestos que reducen el impacto negativo de esta enfermedad. En tanto, que al prevenir el daño oxidativo en los órganos, también evita que afecte al ADN hasta en un 20%.

Otro de sus grandes aportes es que previene enfermedades neurodegenerativas, pues contiene sustancias que actúan como agentes neuroprotectores. Su aporte del ácido gálico juegan un papel importante en cuanto a la función neuronal, ya que evita la oxidación de células en el cerebro y previene el deterioro cognitivo, así como el desarrollo relacionadas a los padecimientos degenerativos como el Alzheimer o el Parkinson. Por si fuera poco, se ha demostrado que incrementan la memoria.

Más beneficios de consumir jugo de arándano

Con respecto a las enfermedades urinarias, en una reunión de la American Chemical Society en Boston se presentó una investigación en la que se demostró que los activos del jugo de arándanos no se destruyen en el sistema digestivo, sino que ayudan a combatir bacterias como la E. coli, evitando infecciones urinarias, pues los metabolitos del jugo evitaban que esas bacterias se adhirieran a otras y con ello limitan su capacidad de crecer y multiplicarse.

Por otra parte, también ayuda en la lucha contra la diabetes, pues según un estudio publicado por el Nutrition Journal en 2010, el consumo de la fruta mejora la sensibilidad de la insulina en personas con obesidad que han desarrollado una resistencia a la hormona que se produce en el páncreas que ayuda a metabolizar los carbohidratos correctamente y mantiene en equilibrio de la glucosa en la sangre. 

Por otra parte, por su alto contenido en antioxidantes, en específico de las proantocianidinas, es un potente agente antiinflamatorio, por lo que reduce la inflamación en enfermedades que implican la rigidez, el dolor muscular o la fibromialgia. Este mismo antioxidante  es útil para revertir el proceso de envejecimiento, ya que elimina los radicales libres en la piel y otros órganos, así que el efecto de su consumo es una piel más sana y tersa.