"Un buen vino es como una buena película: dura un instante y te deja en la boca un sabor a gloria; es nuevo en cada sorbo y, como ocurre con las películas, nace y renace en cada saboreador". Cuando el director de cine, Federico Fellini, hizo esta afirmación fue sin imaginar que podría cobrar sentido al final de un año tan sorpresivo y caótico como lo ha sido el 2020. La ilusión por dejar estos meses de incertidumbre atrás y comenzar una nueva etapa, aunque ya nos alcanza a todos, debe hacerse en compañía de una buena copa de vino.

El vino nos hace entender muchas de las tradiciones de cada región. Nos hace comprender la importancia del paisaje y de cómo las personas se relacionan con el territorio a través de costumbres gastronómicas y laborales; es por todo esto que el conocer todo sobre sus formas y las maneras correctas de degustarlo es un buen modo de brindar honor a quiénes lo cultivan, trabajan y, sobre todo, a aquello que hemos vivido en este año. ¡Salud!

¿Cómo probar el vino como un profesional?

1. Mirar

Observa tu copa y juzga el color y la claridad del vino. Para hacer esto puedes tomar el tallo de tu copa e inclinarla unos 45 grados para detectar elementos como su brillo y color. Respecto a la transparencia, recuerda que los más limpios o con menos partículas en suspensión son los mejores valorados; mientras que el cuerpo o densidad puede ser ligera, mediana o entera.

2. Oler

Menea suavemente tu copa y mete la nariz en ella. Piensa en los distintos aromas que puedas percibir, sé creativo. Lo importante es el placer de degustarlos mediante el sentido del olfato. En este paso, términos como “bouquet” son de vital importancia, pues ésta significa el olor característico que despide un vino maduro.

3. Probar

Dale un pequeño sorbo y detecta las sensaciones, cuánto dura el sabor y qué tan intenso es. Para disfrutar mejor este paso, debes saber que los sabores del vino se generan a partir del ADN de sus ingredientes; por esto los vinos blancos, que son los obtenidos de uvas blancas o uvas tintas no coloreadas, saben exponencialmente distinto a los rosados- hechos de uvas blancas y tintas separadas del hollejo- y del tinto que están hechos de uvas tintas que no se separaron del hollejo.

Tip: Antes de hacer esto, recuerda que el vino tinto debe servirse solo una tercia parte de la copa, mientras que para el vino blanco se sirve media . Si esta especificación conforme al color te ha interesado, las cualidades que dependen de lo mismo terminarán de acaparar tu atención.

Tipos de vinos según su color

Rojos

Pinto Noir: Tiende a ser entre suave y cuerpo medio, con un aroma de cerezas negras o rojas y de arándano, con menos tendencia a otros frutos rojos.

Merlot: En esta variedad hay tres estilos principales que dependen de los taninos, una sustancia química natural que procede de las partes más sólidas del racimo (piel, hollejo, pepitas) y de la madera de las barricas. La primera es suave y frutal con pocos taninos, la segunda es frutal con taninos y fuerte con cantidad alta de taninos.

Shriraz o Syral: Aunque no tienen un aroma distintivo si se notan ingredientes como la mora y pimienta. Además, conforme pasa el tiempo las notas de sabor a piel y trufas se realza. 

Cabernet Sauvignon: Esta bebida destaca por ser oscura con alto contenido de taninos, una influencia de roble y altos niveles de alcohol.

Blancos:

Pinot Grigio: Este vino italiano es la contraparte del Pinot Gris Francés (ambos hechos de uva blanca). Esta variedad se caracteriza por ser ligera en cuerpo y color y porque en ocasiones puede resultar ácido y crujiente.

Riesling: Una bebida repleta de notas florales y gran acidez. Además, es usado comúnmente para hacer vinos espumosos.

Sauvignon Blanco: Dependiendo del clima, el sabor puede tener un rango que va de lo herboso hasta lo más tropical.

Chardonnay: Este vino depende de la zona geográfica pues sus muchos sabores que desprenda dependerán de la misma. Su rango puede ir de lo crujiente de roble a frutas tropicales.