“El agua es vida” es una de las frases populares que alguna vez hemos escuchado en la vida, aunque pocas veces se analiza la sabiduría que se encuentra en esas palabras. El agua es realmente clave para la vida y sin ella no sería posible. De la misma manera, los líquidos en el cuerpo son indispensables para el adecuado funcionamiento de nuestros órganos, sistemas y hasta de nuestra supervivencia.
La cantidad de agua que necesita nuestro cuerpo para funcionar varia dependiendo nuestra edad, sexo y la constitución corporal. En adultos que no presentan obesidad, su constitución de líquido intracelular representa el 40% y el extracelular el 60%. Por medio de diversos mecanismos, como la sed, nuestro cuerpo es capaz de mantener los niveles adecuados de líquidos y electrólitos; aunque a veces se producen algunos desequilibrios y es importante saber tomar las bebidas adecuadas para permitir ajustar esos desequilibrios. Es por eso que debes conocer cuáles son las bebidas isotónicas, hipotónicas e hipertónicas.
Bebidas isotónicas
Estas bebidas se caracterizan por tener la misma concentración de sales en ambos lados de la célula. Esta se encarga de aumentar los niveles de suero extracelulares y el porcentaje de cloruro sódico en esta solución es similar a los electrolitos que contienen nuestras células. Es por eso que debe tomarse para compensar la pérdida de líquidos por vómito, diarrea o tras realizar algún ejercicio intenso.
Bebidas hipotónicas
Las bebidas hipotónicas presentan una concentración de electrolitos inferior. Estas bebidas facilitan el mantenimiento de los requerimientos corporales diarios, pero no contienen electrolitos ni calorías. Estos líquidos son útiles para que los riñones eliminen el exceso de líquidos y electrolitos y permiten la reposición de pérdidas naturales de líquidos; aunque no se deben administrar en pacientes con deshidratación intracelular como la cetoacidosis diabética.
Bebidas hipertónicas
Estas soluciones contienen una mayor concentración de sales en el medio externo, lo que ocasiona que la célula pierda agua por la diferencia de presión osmótica. Esta salida continúa hasta que la concentración de sales en el medio externo y de las células es igual. Estas soluciones solo se deben de administrar en una condición crítica bajo supervisión médica.